Y es que los números son para tenerlos en cuenta. Según el IIDMA, las emisiones de las centrales de carbón se pueden relacionar con 10.521 casos de asma y 1.233 casos de bronquitis en un año en la población infantil, además de costes sanitarios asociados de 1,14 millones de euros.
Actualmente están en funcionamiento 15 centrales de carbón en España, que emiten 105.650 toneladas de SO2, 83.723 toneladas de NOx y 4.008 toneladas de partículas, que se relacionan con alrededor de 700 muertes prematuras anuales.
“Estas Recomendaciones por parte de Naciones Unidas son una buena noticia para España. Es muy importante que un organismo dela ONU esté haciendo una llamada de atención tan enérgica a España sobre los efectos de las emisiones de las centrales de carbón tanto en la salud de los niños como en el cambio climático, ya que supone un importante precedente. Es urgente que se elabore la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, además de un plan de cierre progresivo y ordenado para el cierre de las centrales térmicas de carbón. Asimismo, no debemos olvidar que pronto España deberá contar con un Plan de Energía y Clima como una de las exigencias del paquete de energía limpia de la UE. España siendo un país especialmente vulnerable no se está preparando para afrontar el cambio climático”, afirma Ana Barreira, directora de IIDMA.