Con ayudas a 74 nuevas instalaciones de autoconsumo fotovoltaico, lo que se traduce en una capacidad de almacenaje de 540 kWh, la realidad demuestra que esta tecnología sigue avanzando en Cataluña. A lo largo de 2017, el autoconsumo ha ido asentando unas sólidas bases al amparo tanto del incesante goteo de ciudadanos, cada vez más convencidos e ilusionados por generar y gestionar su propia energía, como por el papel clave de las iniciativas empresariales vinculadas a esta práctica.
Además, el autoconsumo fotovoltaico es uno de los ejes prioritarios en el nuevo modelo energético hacia el que avanza Cataluña, facilitando además que cumpla con los objetivos europeos del 32% de energías renovables para el año 2030.
Para favorecer esta transición energética e incentivar la instalación de estos equipos, el ICAEN también trabaja en el proyecto IoCat, que a partir de la tecnología blockchain, facilita que los ciudadanos que generen su propia energía la puedan compartir y transaccionar de una manera fácil y segura. El fin último es conseguir establecer un sistema en el que los ciudadanos puedan poner en valor la energía que generan mediante recompensas por aquellos excedentes que compartan con otros usuarios.