El debate sobre el futuro de la energía nuclear vuelve a enfrentar a las dos mayores eléctricas españolas. Con apenas 24 horas de diferencia, los principales ejecutivos de ambas empresas han expuesto versiones totalmente contradictorias sobre los efectos de un cierre de todas las plantas nucleares en 2028, como es la intención del actual Gobierno. El último en pronunciarse ha sido Ignacio Galán, presidente de Iberdrola, quien este miércoles ha asegurado que es perfectamente posible un cierre de las plantas nucleares al finalizar su vida útil de 40 años sin que haya problemas en el suministro. E incluso, sin efectos negativos en los precios de la electricidad.
En la conferencia con analistas para la presentación de los resultados semestrales de Iberdrola, Galán se ha mostrado satisfecho de la apuesta del Gobierno español por elevar hasta el 32% el objetivo de renovables en la Unión Europea para el año 2030 y ha asegurado que se puede conseguir "sin que afecte para nada al suministro y, además, con un efecto positivo en el precio de la energía".
El ejecutivo apuntó que la apuesta por las renovables y el recorte de emisiones pasa por cerrar las plantas térmicas de generación y también las nucleares al finalizar su vida útil (lo que supondría que en 2028 no habría ya producción con esta fuente). Galán fue más allá y afirmó con rotundidad que este escenario contribuiría a moderar el precio de la electricidad. "Para prolongar la vida de las nucleares hay que invertir muchos millones de euros y eso tendría un efecto negativo para los costes".