“Los retretes salvan vidas porque evitan que a través de las heces humanas se propaguen enfermedades mortales”. Así lo expresa la ONU, quien añade que “4.500 millones de personas no cuentan en sus viviendas con sistemas que eliminen los excrementos de forma segura y 892 millones defecan al aire libre”.
Se trata de un problema de higiene y salud de primer orden que el estudio de arquitectura Spark quiere contribuir a solucionar con su “Gran Retrete”. Así llaman a una microplanta de biogás modular que se imprime en tres dimensiones y se asocia a un sistema de producción de electricidad.