La fotovoltaica ha vuelto, esperemos que esta vez para quedarse. Cuando una persona me pidió consejo para elegir un kit de autoconsumo, vi que había muchas ofertas en el mercado en las que, normalmente, se ofrecía la misma potencia de paneles que de inversor o pelín arriba/abajo, lo cual me ha hecho decidirme a escribir sobre esto.
Un panel bajo las mismas condiciones, no funciona igual a una temperatura que a otra, y la potencia que entrega en el punto de máxima potencia de su curva tensión-voltaje irá variando inversamente con ella, o sea, a mayor temperatura el módulo será capaz de entregar una potencia menor…y viceversa (los paneles de zonas árticas van de maravilla los días soleados).
Pero es que da la casualidad de que cuando hay más horas con el Sol atizando fuerte es en verano así que en la época en que más energía generan es en la que más se recorta la potencia que pueden entregar. Resulta que nos acabamos de instalar una planta de 10 kW de paneles a la que le hemos conectado un inversor de 10 kW y justo cuando más energía debería producir el inversor no da más allá de 8-8,5 kW
¿Cómo solucionar esto? Pues efectivamente, poniendo un extra de paneles (ahora que valen tan poco esto será un problema menor) pero ¿cuántos? Lo normal que suele poner la gente es entre un 10% y un 30% más que la potencia del inversor. En el caso anterior instalaríamos entre 11 y 13 kW.
Ojo que tampoco podemos poner potencia de panel alegremente porque corremos el riesgo de quemar el inversor algún día frío pero soleado de invierno, así que habrá que cuadrar ese extra de paneles con la máxima tensión admisible del inversor.
A modo de ejemplo, en mi instalación de #autoconsumo, el día que más energía se produjo fue el 3 de abril. Apuesto que ese día en Madrid fue despejado, frío y seguramente con viento.