El uso del almacenamiento en baterías a escala de red está aumentando rápidamente, entre otras cosas, porque la disminución de los costes de las baterías (ver gráfico a continuación) está siendo más rápida que la de la eólica o la solar. De esta forma, las baterías están usurpando poco a poco el papel del gas en el sistema eléctrico. Las compañías que operan con gas se han percatado de ello y están comenzando a actuar.
Este es el caso de la australiana AGL Energy, que el mes pasado anunció que la caída del costo del almacenamiento en baterías justifica que las baterías grandes asuman el papel del gas en una red rica en energías renovables.
La realidad es que el gas está luchando por competir con las baterías en unos momentos en los que los precios del gas a nivel mundial se encuentran en mínimos históricos. Cuando los precios del gas se recuperen, el gas no podrá competir. La deflación de costos garantizará que, a muy corto plazo, las baterías desempeñen un papel más importante en el sistema eléctrico a expensas del gas.
Este tipo de proyectos híbridos, que excluyen totalmente el gas, comienzan a perfilarse como el futuro del sistema eléctrico. Las baterías a escala de red son ahora una característica del mercado de la energía en Australia y Estados Unidos, y pronto lo serán en Europa. A corto plazo, las baterías a escala de red no sustituirán totalmente el papel del gas en el sistema eléctrico, pero sí le quitarán una buena parte de su cuota de mercado.