30 oct 2025

Las nucleares no pueden evitar otro apagón las renovables si

El gran apagón del pasado abril dejó claro que el sistema eléctrico español necesita algo más que potencia: necesita
flexibilidad. Y ahí es donde las energías renovables empiezan a demostrar su verdadero valor.

Las propias compañías eléctricas han reconocido recientemente que las centrales nucleares “no pueden recibir consignas dinámicas de tensión por razones de diseño y seguridad”. En otras palabras: son estables, sí, pero rígidas. No pueden reaccionar con rapidez cuando la red sufre una alteración brusca. En un sistema cada vez más interconectado y cambiante, esa rigidez se convierte en una vulnerabilidad.

Mientras tanto, Red Eléctrica de España ha dado un paso histórico: ha habilitado a las primeras 24 plantas renovables —eólicas y fotovoltaicas— para participar en el control de tensión en tiempo real. Es decir, podrán responder al instante ante cambios en la red, ayudando a mantener el equilibrio eléctrico y a evitar apagones.

Lo que hace unos años parecía impensable —que las renovables garantizaran la estabilidad del sistema— es hoy una realidad técnica. Gracias a la digitalización, la automatización y los nuevos inversores, las energías limpias ya no son solo fuentes “verdes”, sino también fuentes inteligentes.

El futuro de la electricidad no pasa por alargar la vida de centrales del siglo pasado, sino por acelerar la integración de las tecnologías del siglo XXI: renovables, almacenamiento, redes inteligentes y gestión activa de la demanda.

España tiene sol, viento y conocimiento. Lo que falta es la decisión política y empresarial de apostar sin medias tintas por un sistema eléctrico flexible, digital y renovable. Porque el próximo apagón no se evitará con más potencia nuclear, sino con más inteligencia renovable.