"Los combustibles fósiles son como alquilar una casa, las renovables son como tener una en propiedad", explica Dave Jones, director del programa global de 'Insights' de Ember. "La diferencia es simple: con los combustibles fósiles se siguen pagando, los precios están fuera de nuestro control y el propietario puede rescindir el contrato cuando quiera. Las renovables suponen una inversión inicial, pero proporcionan estabilidad e independencia a largo plazo", explica.
Según el análisis más reciente de Ember, las energías eólica y solar podrían ayudar a más países a convertirse en 'propietarios' a nivel energético, basándose en la comparación de Dave Jones.
"Aunque las infraestructuras energéticas limpias pueden requerir una inversión inicial, liberan a los países de la volatilidad de las importaciones de combustible y de los costes recurrentes, a diferencia de los combustibles fósiles, que suponen una sangría económica permanente que te mantiene dependiente de una fuerza externa", añade Jones.
El análisis de Ember concluye que el coste de importación de un panel solar se "amortiza" en solo un año, en comparación con el coste de importación de quemar gas en una central eléctrica. Importar un gigavatio de paneles solares cuesta 100 millones de dólares (87 millones de euros), según los precios medios de 2024. Eso equivale a importar gas suficiente para generar la misma cantidad de electricidad en un año.
Pero la importación de combustibles fósiles es un gasto recurrente para los países. Así que los paneles solares se amortizan rápidamente. En 30 años de vida útil de los paneles solares, el ahorro equivale a 30 años de costes de importación de gas a precios de 2024.
La transición mundial hacia una energía limpia se está acelerando: el año pasado, el 40% de la electricidad se generó a partir de fuentes con bajas emisiones de carbono, según un análisis de Ember de principios de este mes. La energía solar y la eólica ya podrían generar electricidad suficiente para sustituir la demanda mundial de gasolina de los vehículos de motor, añaden hoy los analistas, si el parque mundial de vehículos de gasolina fuera todo eléctrico.