15 may 2020

9 may 2020

Bruselas concentra en construcción y renovables el plan urgente contra la crisis de la pandemia

La rehabilitación de viviendas y edificios públicos y el impulso a las energías renovables protagonizarán la fase más urgente del plan de recuperación económica que la Comisión Europea tiene previsto aprobar este mes, según el documento de preparación al que ha tenido acceso EL PAÍS. Bruselas espera financiar el plan con un fondo de hasta 1,6 billones de euros y quiere que el relanzamiento después de la pandemia de la Covid-19 se haga con criterios que canalicen las ayudas y los préstamos hacia los proyectos con más visión de futuro desde el punto de vista medioambiental y digital.

“El riesgo es que la crisis de liquidez [provocada por la pandemia] mute en una depresión económica”, señala el documento que recoge los grandes ejes del futuro plan de recuperación. El texto incluye ya “la lista de áreas prioritarias donde se puede actuar con el mayor potencial”. Y anticipa buena parte del contenido de un plan que la Comisión Europea, presidida por Ursula von der Leyen, tiene previsto aprobar el 13 o el 19 de este mes, y no el 6 de mayo como inicialmente se había indicado.

La propuesta de Von der Leyen apunta a una fusión de los planes previos a la pandemia, como el Pacto Verde y la Agenda Digital, con un programa de recuperación cuyo principal objetivo, según el organismo comunitario, debe ser concentrar la inversión en sectores y actividades con un futuro sostenible.

“A corto plazo, muchas inversiones verdes y muchos proyectos digitales ya están tecnológicamente maduros pero necesitan el impulso para comenzar”, señala el documento. Bruselas aboga por espolear esos proyectos durante la primera fase del plan de recuperación, que abarcaría de 12 a 24 meses. Y entre las actividades favorecidas se señala desde la construcción a la digitalización de servicios e industrias o el desguace de vehículos.

La segunda fase abarcaría un medio plazo cifrado entre dos y cinco años en la que la inversión se dirigiría, por ejemplo, a renovar la producción siderúrgica, a la producción de hidrógeno limpio o al desarrollo de la inteligencia artificial.

“Los edificios son los mayores consumidores de energía en la UE y son responsables del 36% de las emisiones de gases con efecto invernadero”, recuerda el texto al que ha tenido acceso este diario. El documento subraya que el 75% del parque inmobiliario se construyó antes de que estuvieran en vigor las primeras directivas sobre eficiencia energética. Y que el 80% de esos edificios seguirán en pie en 2050, cuando la UE se propone alcanzar la neutralidad en emisiones. “La necesidad de una rehabilitación generalizada está clara”, concluye el texto de la Comisión. Bruselas calcula que la oleada de rehabilitaciones deberá impulsarse con fondos públicos por valor de 50.000 millones de euros al año.

Las energías renovables aparecen como segunda gran prioridad en el esbozo del Plan de recuperación, con una movilización requerida de 75.000 millones de euros anuales por encima de la inversión prevista hasta ahora. Bruselas calcula que la aportación del Plan podría ascender a 10.000 millones de euros anuales con un potencial de apalancamiento entre medio y alto. Pero advierte que en este sector la intervención europea consistirá “principalmente en préstamos, con un limitado elemento de subsidios en función de la madurez de la tecnología”.

La revolución para un transporte limpio, como lo define el documento de la Comisión, también requería una inversión espoleta de 40.000 millones de euros al año.

Wärtsilä publica un mapa interactivo que indica el potencial de sistemas eléctricos 100% renovables y rentables: España, uno de ellos

El grupo tecnológico Wärtsilä ha publicado en su sitio web un extenso mapa interactivo, el Atlas de energía 100% renovable en sistemas de electricidad 100% renovables y rentables a nivel mundial. El mapa proporciona información valiosa sobre el potencial de las energías renovables en relación con las regiones geográficas y sus condiciones solares y eólicas.

En el caso español, el sistema óptimo estaría compuesto por un 51% de energía solar, un 34% de eólica, un 13% de energía hidroeléctrica, un 3% de gas flexible y un 19% de almacenamiento (ver gráfico).

Los resultados del trabajo de modelado revelan la importancia de una combinación de tecnología más amplia y diferentes tipos de flexibilidad en los sistemas de energía altamente renovables. El modelado del sistema de energía de Wärtsilä ha comparado dos opciones; la primera es un sistema económico neutral en carbono y con un 100% de energía renovable que utiliza plantas de energía de gas flexibles y tecnología Power-to-X que proporciona combustible sintético para la generación de gas flexible, mientras que la otra opción es usar solo almacenamiento de energía solar y eólica en baterías.

Se destacan las diferencias en las necesidades de creación de capacidad y los costos del sistema. El mapa también destaca la importancia y la necesidad de flexibilidad a corto plazo proporcionada por el almacenamiento de energía de la batería en sistemas de alta energía renovable. También enfatiza la esencialidad de la flexibilidad en el equilibrio de carga para apoyar la transición de la industria.

Estructura de generación de enero del 2020

El bioetanol consume 3 veces más agua de lo que se pensaba hasta ahora.

Según un estudio reciente, el etanol derivado del maíz consume hasta tres veces más agua de que lo se creía.



Los estudios anteriores, y basándose en los datos relativos a la media de producción nacional, habían estimado que un litro de etanol derivado del maíz requería de 263 a 784 litros de agua para hacer crecer la cosecha y convertirla en combustible. Sin embargo, investigadores de la Universidad de Minnesota acaban de llegar a la conclusión de que la cantidad de agua utilizada en la producción de etanol varía significativamente de estado a estado, pasando de los 5 a los 2.138 litros de agua por cada litro de etanol, en función de las necesidades de riego de cada región.


La producción de etanol derivado del maíz tiene asociada una serie de preocupaciones medioambientales tales como la contaminación a partir de los fertilizantes, pesticidas y herbicidas; la erosión de la tierra; la emisiones de gases de efecto invernadero; así como la competición con las tierras de maíz usadas para fines alimenticios.

Este nuevo estudio, publicado en la revista Environmental Science and Technology, también resalta que mientras que la producción de etanol a partir del maíz prácticamente se ha duplicado a nivel nacional entre 2005 y 2008, la cantidad de agua utilizada en el proceso de producción ha ascendido a más del triple.


“Esto hace que el etanol haya dado un paso más a su propia tumba,” comenta David Pimentel, de la Universidad de Cornell en Ithaca, Nueva Cork, y cuyos estudios muestran que el etanol requiere más energía para ser producido de la que genera cuando se quema, y que el tipo de fertilizante que se usa para hacer crecer el maíz del etanol ha incrementado significativamente las zonas muertas del Golfo de México (áreas del océano con un bajo contenido en oxígeno debido a un aumento de componentes químicos en el agua.)


Biocombustibles no tan 'bio'
¿Nos han estado engañando? ¿Son los biocombuestibles más contaminantes que el petróleo? Esa parece ser la tesis que ha movido a la poderosa Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos a reducir en 4.000 millones el volumen debiocombustibles requerido como parte del suministro de gasolina durante 2016.

Las voces que se han alineado a favor de la medida argumentan que los coches cada vez son más eficientes y que el etanol procedente de maíz podría provocar más emisiones que el petróleo, además de un aumento de su precio para uso alimenticio. Todo ello, según estudios de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. (Ver +>)


8 may 2020

Las siete claves para una salida ‘verde’ de la crisis del COVID-19

Ha llegado el momento de buscar soluciones a la crisis económica a la que se enfrenta el mundo por el parón del coronavirus. Aunque la Unión Europea tiene claro que la solución es caminar hacia una economía verde, no está de más que lo apoye una coalición de líderes de grandes multinacionales del sector energético, industrial y financiero, además de la sociedad civil. La Energy Transitions Commission propone siete claves para ayudar a la recuperación de la mano de la descarbonización.

Son directores generales, presidentes y altos ejecutivos de 40 organizaciones, entre ellas Allianz, BP, Dalmia Cement, Iberdrola, Envision, el aeropuerto de Heathrow, HSBC, Orsted, Schneider Electric, Shell, SNAM, que piden a los gobiernos «que gasten los paquetes de estímulo económico de manera inteligente y que inviertan en la economía del futuro».

El informe ‘7 Priorities to Help the Global Economy Recover’, mientras se construye una economía más sana, más resilient y de emisiones cero netas, explica cuáles son los sectores que hay que fomentar y cuáles son las razones para ello.

1. Inversión masiva en energía renovable

2. Impulsar la construcción con edificios verdes

3. Fomentar el automóvil pero mantener la calidad del aire

4. Apoyo a los compromisos climáticos de las empresas

5.- Apoyo a actividades de bajas emisiones: hidrógeno, eficiencia…

6.- Acelerar la transición de la industria de los combustibles fósiles

7.- Evitar que el precio del CO2 no se desplome

4 may 2020

Una investigación asegura que el peso no penaliza la eficiencia de un coche eléctrico

En contra de la creencia general, la reducción de peso en los coches eléctricos no es tan importante a la hora de disminuir su consumo de energía. Esa es la conclusión a la que ha llegado una investigación realizada por un estudiante de la Universidad Técnica de Ingolstadt, que muestra cómo es posible aprovechar el incremento de energía cinética que conlleva el peso extra para reducir los consumos y recuperar más energía en las frenadas y desaceleraciones.

Aumentar la autonomía es una de las grandes preocupaciones de los fabricantes de coches eléctricos. Recurrir a aumentar la capacidad de la batería conlleva que esta sea más grande y aumente el peso total del vehículo además de su precio. Por eso, durante años, los expertos han discutido sobre la necesidad de aligerar la estructura y la carrocería de los coches eléctricos. El objetivo es hacerlos más livianos y reducir así su consumo energético, manteniendo la batería en una capacidad equilibrada que no incremente el peso ni el coste.

3 may 2020

Estamos ante la mayor oportunidad para construir un mundo más justo y sostenible

Así lo cree el Grupo Verde Europeo (Verdes/ALE), que ha lanzado un plan de reconstrucción, denominado ‘Proteger nuestro futuro: Plan de recuperación y resiliencia’ en el que piden destinar cinco billones de euros para construir un futuro más resiliente, sostenible y justo para Europa y el mundo, y rescatar a empresas con condiciones ecológicas, sociales y económicas contundentes.

En palabras de Ska Keller y Philippe Lamberts, presidentes del Grupo Verde en el Parlamento Europeo: “La forma de recuperarse de esta crisis es construir un modelo más resiliente, sostenible y justo para Europa y el mundo. Sería una rendición inconcebible invertir los escasos recursos para volver a la insostenible normalidad anterior, que ha demostrado ser tan frágil, o eliminar cualquiera de los logros pasados de la UE o las ambiciones existentes".

Los presidentes del Grupo Verde Europeo sostienen que "tenemos una oportunidad de convertir la recuperación de esta crisis sin precedentes en la transformación social, económica y ambiental más ambiciosa que haya visto el mundo. Esta recuperación debe basarse en la sostenibilidad, para que no permitamos que una crisis profundice en otra. El plan de recuperación de la Comisión debe incluir un compromiso intersectorial para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados. Debe priorizar la protección de la biodiversidad, la reducción de la contaminación y la ecología. Para ello la UE debería invertir en un plan de inversión sostenible, sin precedentes, de cinco billones de euros para los próximos 12 años”.

Rescates vinculados a condiciones muy claras
Para Florent Marcellesi e Inés Sabanés, coportavoces de EQUO, el partido verde en España, “los rescates y ayudas a empresas privadas como Iberia o a sectores estratégicos como el turismo tendrían que ir vinculados a condiciones ecológicas, sociales y económicas muy claras. No podemos repetir errores de la crisis del 2008 cuando se privatizaron los beneficios y se socializaron las pérdidas. Las ayudas tienen que ir condicionados a que las empresas rescatadas no operan o no tienen filiales en paraísos fiscales, cumplen con el Acuerdo climático de París, protegen la biodiversidad, pagan igual a hombres y mujeres y no pagan dividendos durante al menos dos años”.

Añaden que “esta crisis debe hacernos reflexionar sobre cómo podemos construir un mundo más justo y sostenible. Tenemos la responsabilidad común de ayudar a las personas y países más afectados por la crisis y abordar las desigualdades en la UE. Debemos ser lo suficientemente valientes para impulsar acciones que limiten los salarios, dividendos y bonos de los dirigentes de las grandes corporaciones. Además, es hora de poner fin a las subvenciones a empresas insostenibles que dañan nuestro planeta y sus ecosistemas. Juntos, podemos crear una economía centrada en la mayoría y nuestro entorno, el empleo de calidad y verde, y la buena gobernanza".