Así lo cree el Grupo Verde Europeo (Verdes/ALE), que ha lanzado un plan de reconstrucción, denominado ‘Proteger nuestro futuro: Plan de recuperación y resiliencia’ en el que piden destinar cinco billones de euros para construir un futuro más resiliente, sostenible y justo para Europa y el mundo, y rescatar a empresas con condiciones ecológicas, sociales y económicas contundentes.
En palabras de Ska Keller y Philippe Lamberts, presidentes del Grupo Verde en el Parlamento Europeo: “La forma de recuperarse de esta crisis es construir un modelo más resiliente, sostenible y justo para Europa y el mundo. Sería una rendición inconcebible invertir los escasos recursos para volver a la insostenible normalidad anterior, que ha demostrado ser tan frágil, o eliminar cualquiera de los logros pasados de la UE o las ambiciones existentes".
Los presidentes del Grupo Verde Europeo sostienen que "tenemos una oportunidad de convertir la recuperación de esta crisis sin precedentes en la transformación social, económica y ambiental más ambiciosa que haya visto el mundo. Esta recuperación debe basarse en la sostenibilidad, para que no permitamos que una crisis profundice en otra. El plan de recuperación de la Comisión debe incluir un compromiso intersectorial para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados. Debe priorizar la protección de la biodiversidad, la reducción de la contaminación y la ecología. Para ello la UE debería invertir en un plan de inversión sostenible, sin precedentes, de cinco billones de euros para los próximos 12 años”.
Rescates vinculados a condiciones muy claras
Para Florent Marcellesi e Inés Sabanés, coportavoces de EQUO, el partido verde en España, “los rescates y ayudas a empresas privadas como Iberia o a sectores estratégicos como el turismo tendrían que ir vinculados a condiciones ecológicas, sociales y económicas muy claras. No podemos repetir errores de la crisis del 2008 cuando se privatizaron los beneficios y se socializaron las pérdidas. Las ayudas tienen que ir condicionados a que las empresas rescatadas no operan o no tienen filiales en paraísos fiscales, cumplen con el Acuerdo climático de París, protegen la biodiversidad, pagan igual a hombres y mujeres y no pagan dividendos durante al menos dos años”.
Añaden que “esta crisis debe hacernos reflexionar sobre cómo podemos construir un mundo más justo y sostenible. Tenemos la responsabilidad común de ayudar a las personas y países más afectados por la crisis y abordar las desigualdades en la UE. Debemos ser lo suficientemente valientes para impulsar acciones que limiten los salarios, dividendos y bonos de los dirigentes de las grandes corporaciones. Además, es hora de poner fin a las subvenciones a empresas insostenibles que dañan nuestro planeta y sus ecosistemas. Juntos, podemos crear una economía centrada en la mayoría y nuestro entorno, el empleo de calidad y verde, y la buena gobernanza".