La consultora Monitor Deloitte, nada
sospechosa de defender irracionalmente las renovables, nos ha
agraciado con un informe exhaustivo sobre las posibilidades que tiene
España de cumplir con el objetivo europeo de reducir entre un 80 y 95%
sus emisiones contaminantes con demoledoras conclusiones.
La más importante de ellas: no sólo es posible alcanzar
la meta con las tecnologías que son maduras hoy en día, sino que,
además, únicamente contando con ellas el precio de la luz en España se rebajaría nada menos que un 42%
lo que supondría una notable mejora económica para un país que se gasta
la friolera de 34.000 millones de euros anuales en importar productos
petrolíferos.
“con una gestión adecuada, toda la nueva capacidad de generación que se
construya en España desde ahora debería ser renovable salvo en
determinados escenarios de crecimiento de la demanda o cuando no haya
sido posible implementar a tiempo otras fuentes de energía (por ejemplo,
interconexiones, bombeos).”
Se calcula que, con las subvenciones actualmente en vigor, un
vehículo eléctrico cuesta ya lo mismo que uno de gasoil. Eso sí, consume
tres veces menos.
Estamos claramente ante un escenario de cambio radical de modelo
energético que, además de menos contaminante, será más barato. Nos queda
sólo ponernos de acuerdo en la transición. Y ésta no va a durar más de
15 años.