Un listado donde repasamos el potencial de los sistemas eléctricos, así como los retos que deben superar para lograr convertirse en una alternativa masiva que nos permita dejar atrás la era del petróleo como principal protagonista en este sector.
1. Cerca del 70% de las emisiones globales de CO2 se debe a la quema de combustibles fósiles, y el sector del transporte supone casi un cuarto de dicho porcentaje.
2. El CO2 es el principal responsable del calentamiento global.
3. Si el volumen de producción de automóviles sigue creciendo al ritmo actual, en 2050 se producirán 120 millones de coches. Según un estudio de Shell, habrá 2.000 millones de coches circulando en el mundo.
4. El 80% de los coches que se comercialicen ese año funcionarán con una propulsión completamente eléctrica (eléctricos puros y FCEV de hidrógeno), el 16% serán híbridos y solo el 4% estarán propulsados únicamente por un motor de combustión.
5. Si tenemos en cuenta el parque móvil mundial del año 2050, el 9% de los automóviles montarán un motor de combustión, el 25% serán híbridos y el 66%, eléctricos o de hidrógeno.
6. Gracias a la electrificación y a los avances tecnológicos, las emisiones globales de los automóviles pasarán de las 3,7 gigatoneladas actuales, a 1,2 gigatoneladas en el año 2050.
7. El 85% de esas emisiones se producirán en las ciudades, que aglutinarán el 50% de la población mundial en solo un 2% del espacio disponible en el planeta. Por este motivo es tan importante el diseño de soluciones y tecnologías para hacer más eficiente la movilidad urbana.
8. Atacando solo las emisiones locales no se resolverá el calentamiento global. La movilidad del mañana solo puede ser sostenible cuando se considera toda la cadena de energía. A esto se le llama ‘well-to-wheel’ (de la producción a su uso) y así se puede investigar la cantidad de emisiones de CO2 que se producen dentro de toda la cadena: desde la producción y almacenamiento de energía hasta su conversión en energía cinética.
9. La electricidad usada en la recarga de un vehículo eléctrico supone hasta el 65% por ciento de la cantidad de CO2 de un vehículo comparable con un motor de gasolina, según la combinación de generación de electricidad actual dentro de la Unión Europea.
10. Si las baterías de ese vehículo eléctrico se cargaran con electricidad generada en su totalidad por fuentes renovables, sus emisiones de CO2 caerían a solo 3% de las de un vehículo convencional.
11. Pero el objetivo de generar el 100% la energía libre de CO2 no se va a conseguir en las tres próximas décadas. Según datos de IEA, en 2017 se produjeron en todo el mundo 25.000 TWh de electricidad, menos del 25% de fuentes renovables. Las previsiones para el año 2050 es que se doblará esa cifra hasta las 50.000 TWh, cerca de un 33% de las cuales procederán de energías renovables.
12. Las baterías tienen otro inconveniente actualmente: su precio. El coste medio de un automóvil convencional es de 28.000 dólares y para que un coche eléctrico pueda competir con ese precio el coste de las baterías tiene que caer un 67% en la próxima década. En la actualidad, aproximadamente un 45% del coste de un vehículo eléctrico corresponde al sistema de baterías; valor que ha de bajar hasta el 20%.