El modelo de igual a igual de blockchain, que se basa en la confianza engendrada por su libro digital permanente e inesfigurable, es una herramienta financiera muy oportuna que puede ayudar a superar la percepción del riesgo en las inversiones en eficiencia. Además ha demostrado ser un gran ahorro de costes y un habilitador de la eficiencia. Al desaparecer los intermediarios, las transacciones de blockchain reducen los costes, aceleran los procesos y dan como resultado una mayor flexibilidad en todo el sistema. Abren el camino hacia un sistema de energía sistémicamente más eficiente, flexible y descentralizado.
En el futuro, la tecnología blockchain podría permitir que millones de dispositivos de energía como calentadores de agua, vehículos eléctricos, baterías e instalaciones solares fotovoltaicas realicen transacciones entre ellos en el borde de distribución de energía eléctrica, “pero también se puede utilizar, por ejemplo, a la hora de ser eficientes en el uso del email, en apagar las luces de una habitación, los standby de tus aparatos electrónicos o de ahorrar en el uso del agua, por ejemplo, y después ser premiados con tockens, un incentivo para que todos no esforcemos en mejorar nuestros hábitos”, concluye el experto, “lo que podría a su vez generar un segundo mercado de intercambio donde los más eficientes pudieran vender sus tockens y ganar algo a su favor, las posibilidades son infinitas y la iniciativa puede provenir de una empresa, de una comunidad de vecinos e incluso de un ayuntamiento que quiera incentivar el cambio de cultura y mentalidad de sus ciudadanos”.