Esta semana se han completado en las afueras de la ciudad australiana de Meadow Springs, las primeras pruebas para integrar el almacenamiento de baterías a una micro-red local. Una red compuesta por 52 clientes que han decidido explorar el potencial de combinar sistemas solares, y elalmacenamiento colectivo.
Para ello han utilizado una batería Tesla. Un sistema formado por dos Powerpack, que permiten ofrecer una potencia de salida de 105 kW y un almacenamiento de 420kWh, y que permitirá a los clientes almacenar el exceso de energía que generan durante el día mediante sus sistemas fotovoltaicos, y luego usarla durante las tardes o por las noches.
Los usuarios que han formado parte de este experimento tendrán que abonar un coste de uso de 1 dólar australiano por día, y sobre el papel cada uno tendrá a su disposición una capacidad diaria virtual de 8kWh.