El mercado de las baterías no solo tiene su desarrollo en la movilidad eléctrica. Hay otro con más potencial que es el destinado a almacenar la energía excedente de las plantas renovables. Y es ahí donde se espera un gran recorrido en los próximos años. Según el informe ‘Global Battery Market for Energy Storage Systems (ESS) 2019-2023’ realizado por la consultora Technavio, el mercado está listo para crecer un 12,79% anualmente entre ese período, con una tasa de crecimiento anual compuesto (TCAC) superior al 9% y alcanzar 1.477,40 MW en términos de unidades.
La principal razón de este futuro boom del almacenamiento está en la caída de los costes, sobre todo propiciado por una mayor demanda de baterías para la industria automotriz, así como la puesta en marcha de métodos de producción más rentables. Pero no solo de ion-litio viven los sistemas de almacenamiento de energía. En el informe se explica que, aunque el liderazgo de los próximos años seguirá siendo del ion litio, poco a poco otras tecnologías se irán haciendo fuertes, como las basadas en plomo, en níquel, las de sulfuro de sodio o las baterías de flujo, entre otras.