Algunos visionarios apuntaron las potencialidades de la energía solar hasta conseguir incluir en los Pactos de la Moncloa (1977) una referencia sobre la necesidad de crear líneas de investigación específicas; más de cuarenta años después es la emergencia climática la que golpea la puerta.
Ya nadie pone en duda que es imprescindible apostar de una forma decidida por las energías renovables como base de un nuevo modelo energético para sustituir paulatinamente a las energías fósiles y reducir, hasta anular, las emisiones de dióxido de carbono, principal responsable del cambio climático.
«Es el momento de las renovables», ha señalado a EFE Carlos del Cañizo, director del Instituto de la Energía Solar (IES), un centro tecnológico y de investigación adscrito a la Universidad Politécnica de Madrid que este año cumple cuarenta años y que fue pionero en el mundo en dedicarse a la conversión fotovoltaica de la energía solar.
En España, la solar fotovoltaica lideró el pasado año la creciente expansión de las energías renovables y es ya más barata que la energía generada por las plantas de combustibles fósiles; una senda imparable que a juicio del responsable del IES va a continuar durante los próximos años y décadas.