Tal y como ha manifestado Ursula von der Leyen en numerosas ocasiones, la Comisión Europea ambiciona un continente sin emisiones para dentro de treinta años. Es un planteamiento ambicioso que obliga a modificar un sinfín de industrias y a revolucionar el modelo productivo de la Unión Europea. ¿Cómo hacerlo? Un camino podría pasar por el auto-abastecimiento eléctrico en los hogares europeos. Según un estudio, la instalación de miles de placas solares en los tejados de las viviendas podría producir casi un cuarto de la energía del continente.
El trabajo combina información geoespacial recopilada por los satélites espaciales y diversas fuentes estadísticas de la Unión Europea. Su objetivo original consistía en determinar cuánto espacio disponible ofrecían los edificios del continente para instalar placas fotovoltaicas. La respuesta, elaborada por su modelo algorítmico, es sorprendente: hasta el 24,4% de la electricidad consumida en la Unión Europea (basada en los niveles de 2016) podría generarse colocando paneles solares en los tejados de media Europa. Se trataría de una contribución "significativa", en línea con el boom global en torno a la energía solar.
Se abre la vía de oportunidad para los tejados fotovoltaicos y el auto-consumo. En plena transición hacia un modelo económico más sostenible, es probable que la Comisión impulse soluciones similares. Hoy sólo Alemania supera los 500w per cápita producidos mediante energía solar, seguida de lejos por Bélgica, Italia, Malta, Países Bajos, Grecia y Luxemburgo. El resto de países, incluidos España y Portugal, pese a su abundante potencial, siguen muy lejos. La primera podría producir hasta el 30% mediante placas fotovoltaicas en los hogares; la segunda dispara el porcentaje por encima del 40%.