El autoconsumo y las pequeñas instalaciones de energía solar van a explotar en los próximos cinco años en todo el mundo: unos 100 millones de hogares se instalarán paneles fotovoltaicos en el tejado, y eso sólo aportará una cuarta parte del volumen de generación solar distribuida que augura la Agencia Internacional de la Energía (AIE) durante el período. La entidad advierte de que el boom puede provocar más de 50.000 millones de euros en pérdidas a empresas y consumidores sólo en 2024 si no se diseñan bien las tarifas eléctricas.
La mitad de ese crecimiento de la generación solar distribuida se producirá en China, que ya en 2021 arrebatará el liderazgo en este tipo de aplicaciones a la UE. Las instalaciones sobre grandes cubiertas, de comercios e industrias, coparán el 75% del mercado, tanto porque saldrán más baratas que en los hogares, como porque su generación, durante el día, se adaptará mejor al ritmo de consumo local.
La razón de este enorme crecimiento es muy sencilla: el coste de generación de los paneles solares ya es menor que el precio que pagan los consumidores por el suministro eléctrico. Por ejemplo, la AIE indica que hoy en España una industria puede evitarse pagar hasta el 35% de la factura. Y ese ahorro va a ser aún mayor, ya que los costes de instalación de los pequeños sistemas solares van a reducirse entre un 15% y un 35% hasta el año 2024.
En el caso de España, la AIE augura que las renovables crecerán a un ritmo cercano a los 5.000 MW anuales en los próximos cinco años, acorde con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), convirtiéndose en el segundo mercado de la UE, tras Alemania.
La entidad, no obstante, llama la atención de que estas previsiones podrían fallar por la dificultad para encontrar financiación y por la incertidumbre sobre los precios eléctricos futuros, que tenderán a la baja según se vaya incrementando el peso de las renovables.