Las renovables llevan cuatro años de crecimiento ininterrumpido en España. El año pasado el sector creció un 10,7%, aportó 10.500 M€ al PIB nacional y generó unos ahorros de más de 4.700 M€ en el mercado eléctrico. Aún así, los objetivos del 20% a 2020 no se van a cumplir: en 2018 estábamos a casi tres puntos de ese porcentaje (17,3%).
Además, nuestra dependencia del petróleo sigue disparada, como refleja el Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España 2018, presentado por APPA Renovables.
El empleo creció un 3,3% respecto al año anterior, y el Sector Renovable registró un total de 81.294 empleos en términos globales en 2018. La creación de empleo de forma neta respecto a 2017 fue, por tanto, de 2.627 nuevos puestos de trabajo. Bien es cierto que esa mejora aún queda lejos de las tasas que se alcanzaron en el año 2008, con una cifra cercana a los 145.000 empleos directos e indirectos.
Por tecnologías, las energías que crearon nuevos puestos de trabajo netos en 2018 fueron: la eólica (1.961); la solar fotovoltaica (966); los biocarburantes (158); la minihidráulica (53); la geotermia de baja entalpía (13); la marina (11); la solar térmica (9); la minieólica (3) y la geotermia de alta entalpía (3). Por el contrario, destruyeron empleo solamente la biomasa (-507) y la solar termoeléctrica (-43).
El presidente de APPA Renovables; “España ha demostrado que cuenta con empresas experimentadas, magníficos recursos renovables y profesionales líderes en el ámbito mundial. Las energías renovables son una apuesta estratégica nacional que, si cuentan con esa regulación estable y consensuada, pueden desarrollar una industria fuerte que nos permitirá alcanzar los objetivos para 2030 marcados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima”, concluyó.