Según un informe de la Global Battery Alliance, una asociación público-privada dirigida por el Foro Económico Mundial, los avances en la producción, uso y reutilización de baterías permiten que la tecnología pueda convertirse en la herramienta más importante para reducir el cambio climático dentro de los límites establecidos por los acuerdos de París sobre el cambio climático.
El informe, sugiere que, con un esfuerzo coordinado para establecer las condiciones adecuadas, las baterías podrían permitir una reducción del 30% en las emisiones de CO2 en los sectores de transporte y energía. Y es que sólo estos dos sectores, representan el 40% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero actuales.
Esta reducción en las emisiones ayudaría a mantener el objetivo de subida de 2 grados formados en el Acuerdo de París. Pero según el informe. esto requiere una acción inmediata a lo largo de la cadena de valor de las baterías, combinadas con inversiones en otras tecnologías como el hidrógeno y otras industrias. Esto también contribuiría a lograr el objetivo más ambicioso de 1.5 ° del Acuerdo de París.
Además de examinar el papel que desempeñarían las baterías para ayudar a combatir el cambio climático, el informe revela que también podrían obtenerse beneficios económicos y sociales más amplios al invertir sistemáticamente en toda la cadena de valor de las mismas, desde la minería hasta la reutilización o el reciclaje. En términos de empleo, se crearían 10 millones de empleos de alta calidad. Más de la mitad de estos serían en economías emergentes. Además, 600 millones de personas recibirían electricidad por primera vez, lo que ayudaría a cerrar un 70% la brecha de acceso a la energía existente en el mundo.
La conclusión es que el potencial de las baterías para reducir significativamente la huella de carbono del mundo es palpable. Además ayudará a crear empleos, y mejorará el acceso a la energía de millones de personas. Un objetivo que no será posible alcanzar si no se aceleran las inversiones hasta lograr un incremento anual por encima del 25% anual en la próxima década que estima la industria, lo que hará necesario una aceleración de las inversiones.