China suministró tres cuartas partes de un mercado mundial de baterías de 1 TWh en 2024 y su dominio permitió un gran ahorro de costes y un posible cambio a la tecnología de litio ferro-fosfato (LFP), según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Según la AIE, la industria de las baterías está entrando en una nueva fase de desarrollo caracterizada por la expansión del mercado mundial y la paulatina estandarización de la tecnología. Según el organismo mundial de la energía, esto probablemente dará lugar a una mayor consolidación en un sector que está siendo remodelado por los esfuerzos gubernamentales para diversificar geográficamente las cadenas de suministro de baterías.
El mercado mundial de baterías está creciendo rápidamente a medida que aumenta la demanda y los precios siguen cayendo. A la espera de los datos definitivos de 2024, se ha producido un aumento del 25 % en las ventas de coches eléctricos hasta alcanzar los 17 millones, y se estima que la demanda anual de baterías haya superado 1 TWh, un hito histórico. El precio medio de una batería para un coche eléctrico puro cayó por debajo de los 100 dólares/kWh el año pasado, considerado un umbral clave para la competencia de precios con los coches convencionales.
Los minerales más baratos también han sido un factor importante en la caída de los costes de las baterías, con una bajada de los precios del litio de más del 85 % desde su máximo de 2022. El avance de la tecnología de las baterías también está apoyando la tendencia a la baja de los precios.
La capacidad mundial de fabricación de baterías alcanzó los 3 TWh en 2024 y se triplicaría hasta 2029 si todas las instalaciones de producción anunciadas se materializan.
Dominio chino
China produce más de las tres cuartas partes de las baterías del mundo y los precios de los productos habrán caído casi un 30 % para 2024, según la AIE, más rápido que en cualquier otro lugar del mundo. Como resultado, las baterías chinas cuestan un 30 % menos que las europeas y un 20 % menos que los productos norteamericanos, y muchos vehículos eléctricos chinos son más baratos que las alternativas de motores de combustión interna.
Nueva capacidad de producción
A pesar de la rápida caída de los precios de los productos y la innovación continua, el grado de concentración en las cadenas de suministro de baterías ha suscitado preocupaciones de seguridad entre los gobiernos. Anuncios como las restricciones a la exportación propuestas recientemente por China sobre la tecnología de procesamiento de cátodos de baterías y litio han puesto aún más de relieve la cuestión.
Otro factor importante es la colaboración internacional. Es posible que muchos mercados no sean lo suficientemente grandes como para justificar una gran inversión en la fabricación de baterías y sus componentes. En tales casos, puede ser necesaria una colaboración más estrecha con los fabricantes de vehículos eléctricos y baterías, además de la cooperación con países ricos en recursos como los de Sudamérica y África, Australia e Indonesia.