«La Asamblea Regional de Murcia aprobó el pasado 26 de noviembre una proposición de ley
sobre Generación de Energía Eléctrica Renovable para Autoconsumo. Esta
propuesta deberá ser debatida en el Congreso de los Diputados como
iniciativa legislativa de la Comunidad Murciana en la legislatura que
ahora comienza. En ella se contemplan todas las modalidades posibles de
autoconsumo y balance neto.
Una vez aprobada, cualquier ciudadano, empresa o industria podrá
producir toda la energía eléctrica que consuma (y podrá compensar los
excedentes que envía a la red con la electricidad que detraiga de ella
cuando su instalación no produzca lo suficiente y hará balance con el
sistema eléctrico cada mes o cada año). De esta forma, la energía solar,
tan abundante en la mayor parte de España, se podrá convertir en la
base de la autosuficiencia eléctrica conectada a todos los niveles.
Entre las cinco modalidades de Autoconsumo y Balance Neto
que promueve, se podrá elegir la que mejor se adapte a cada situación
particular. Desde el Autoconsumo Instantáneo hasta el Balance Neto
Diferido, cualquiera que disponga de sol, viento o agua podrá producir
todos los kilovatios hora que consuma y compensarlos al mismo precio que
le cobra su compañía eléctrica, ya sea facturando mes a mes o
compensando año a año. Ya sea en el mismo lugar donde se produce el
consumo o en diferentes lugares (segunda residencia, por ejemplo),
siempre que el titular sea el mismo.
Incluye también la posibilidad de Autoconsumo Compartido,
es decir, un edificio con varias viviendas y un solo tejado puede tener
una única instalación a nombre de la Comunidad de Propietarios y
abastecer de electricidad en Balance Neto a todos los consumidores del
edificio. Contempla también la posibilidad de que en
aquellas actividades que sean declaradas de interés público, como la
desalinización de agua de mar, por ejemplo, no haya limitaciones en la
potencia a instalar. Es más, en estos casos no sería necesario poner una
inmensa planta solar junto a una desaladora. Se podrá repartir la
potencia necesaria en pequeñas plantas repartidas por todo el territorio
nacional sin más limitaciones que la producción de la energía necesaria
para la actividad de que se trate.
Con esta Ley se pone el foco del
desarrollo económico en aquellos lugares de la geografía española en
donde el sol, el viento o los flujos de agua abunden, mejorando la
competitividad de su producción que estará basada en una energía barata,
autóctona y a precio fijo. Una Ley que permitirá la creación de miles de puestos de trabajo, distribuidos en pequeñas empresas de carácter local,
cuya ventaja competitiva será la cercanía al consumidor productor, la
innovación constante y la eficiencia. Desde esta ley se abre el camino
para la independencia energética de España a medio plazo, que vendrá
dada por la progresiva electrificación del transporte y la necesaria transición hacia un nuevo modelo energético basado en renovables, en donde las grandes compañías eléctricas no podrán ejercer su oligopolio actual.
Esta Ley invalidará el recurso de inconstitucionalidad presentado por el Gobierno actual [el Ejecutivo Rajoy] contra la Ley de Energías Renovables de la Región de Murcia,
que facilitaba y potenciaba el Autoconsumo, eliminando y derogando el
vergonzante Impuesto al Sol, inventado por el Gobierno actual para
seguir beneficiando a unos pocos con el empobrecimiento de la mayoría.
En definitiva, una Ley para mejorar la contribución española a la
disminución de gases de efecto invernadero y la mitigación del cambio
climático, y que, aún sin gobierno definido, podría ser discutida y
aprobada por el nuevo Parlamento Español que ya la tiene en su lista de
espera. En la Asamblea Regional de Murcia esta proposición de Ley ha
sido presentada por el Grupo de Podemos, mejorada por el PSOE y
aprobada por mayoría con el voto favorable de Ciudadanos y la
abstención de PP. Pronto tendremos ocasión de comprobar si las promesas
de los grupos que conforman la mayoría del Congreso de los Diputados
están realmente por el cambio de Modelo Energético». Firma Emilio Ballester Fernández, presidente de la Fundación Desarrollo Sostenible