Ruanda es un pequeño país situado en la región de los Grandes Lagos de África Central. Es pobre, sus habitantes sufren hambrunas y hace veinte años fue golpeado por el azote de un genocidio masivo que hace veinte años se llevó las vidas de 800.000 habitantes. Pero a pesar de eso, en los últimos meses ha conseguido convertirse en un ejemplo para el sector de la energía solar.
Lo ha hecho consiguiendo levantar en un tiempo récord una granja solar de 17 hectáreas y un total de 28.360 paneles que giran siguiendo la trayectoria del sol para mejorar en un 20% la eficiencia de los paneles comunes. Se trata de un inmenso proyecto con el que en 2017 esperan ser capaces de ofrecerle electricidad a la mitad de su población.