El presidente
estadounidense, Barack Obama, incluirá dentro de su propuesta
presupuestaria para 2017 un impuesto de 10 dólares por barril a las
petroleras para financiar la mejora de la infraestructura, el transporte
público y la innovación en tecnologías limpias, informó hoy la Casa
Blanca.
"Nuestro sistema de transporte es excesivamente dependiente del
petróleo. Por eso estamos proponiendo financiar las nuevas inversiones a
través de un impuesto de 10 dólares por barril aplicado a las
petroleras, que será gradualmente implementado en cinco años", señaló el
documento del gobierno.
De acuerdo con la Administración
estadounidense, el sector del transporte es el responsable del 30 % de
las emisiones de gas con efecto invernadero.
Con este impuesto, agregó, se busca crear "un incentivo para la
innovación dentro del sector privado y la inversión en tecnologías
limpias", y se generaría 32.000 millones de dólares al año.
El denominado "Sistema de Transporte Limpio para el siglo XXI" prevé
una inversión de 300.000 millones de dólares en la próxima década con el
objetivo de potenciar el transporte público, los trenes de alta
velocidad, los automóviles sin conductor y otras opciones que reduzcan
las emisiones de carbono y la congestión.
Entre ellos, figuran 20.000 millones de dólares para aliviar el
tráfico, 10.000 millones en programas de transporte más eficiente a
nivel estatal y local y 2.000 millones para vehículos y aviones menos contaminantes.