The Phoenix es un viejo BMW Serie 5 de hace 20 años rescatado del desguace por Eric Lundgren, CEO de IT Asset Partners (ITAP) y convertido en un coche eléctrico que ha demostrado tener al menos una autonomía de 615 km recorridos en autopista a una velocidad de algo más de 110 km/h (70 MPH).
Los mejor de todo es que las baterías del coche, que suman una capacidad de 130 kWh, es un conjunto de baterías recicladas procedentes de coches eléctricos y de ordenadores portátiles que el equipo de Lundgren compró como desechadas. Sin embargo, según InsideEV, Lundgren las comprobó una por una y descubrió que el 80% todavía eran útiles, “lo que da una idea de la cantidad de electrónica que se desecha como basura sin que en realidad lo sea”.
The Phoenix es un BMW rescatado por ITAP de un depósito de chatarra. El coche se compone en un 88% de materiales reciclados y su peso es de casi 1.800 kilogramos y en él ITAP ha invertido 12.900 dólares.
Una cantidad que Lundgren da por bien invertida ya que su proyecto está motivado con el fin de concienciar sobre el “reciclaje híbrido” y poner de manifiesto la ineficiencia en la gestión de desechos electrónicos. Una forma de reutilizar las baterías de los coches es utilizándolas para almacenar electricidad en viviendas, pero todavía esta no es la práctica habitual y la mayoría de las baterías desechadas acaban sus días mucho antes de que dejen de ser útiles.