La Oficina del Parlamento Europeo en España organizó ayer en Madrid un seminario sobre «El Parlamento Europeo y la Unión Energética». Participaron en él, entre otros, el eurodiputado socialista José Blanco, que es el ponente de la propuesta legislativa europea sobre energías renovables; y el eurodiputado verde luxemburgués Claude Turmes, ponente de la propuesta legislativa sobre gobernanza de la Unión Energética. Según datos oficiales de la Comisión Europea, la dependencia energética le cuesta a la UE 350.000 millones de euros al año.
Según la Fundación Renovables, "el objetivo vinculante para 2030 de un mínimo del 27% de energías renovables respecto al consumo final de energía es a todas luces insuficiente". Porque Europa gasta -apuntan desde la Fundación- demasiado dinero en importaciones energéticas (casi mil millones de euros cada día), lo cual supone una hipoteca de dimensiones formidables; y porque hay que evitar a toda cosa -por cuestión de mera supervivencia de la Humanidad- que la temperatura media global suba 2ºC y eso no va a ser posible si continuamos incrementando las emisiones de gases de efecto invernadero, algo que ha sucedido, según la oficina estadística europea Eurostat, en 16 de los 28 países de la UE en 2015.
Un millón de euros cada diez minutos