España ha importado productos energéticos (petróleo, gas, carbón y electricidad) por valor de 46.575 millones de euros entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2021. Hemos gastado en ese ítem un 72% más que en 2020 (el año del Covid), y un 5% más que en 2019, o sea, que, en lo que se refiere a nuestro gasto en importación de productos energéticos, ya estamos a la altura (incluso por encima) de los niveles preCovid. La factura española del petróleo y el gas asciende a 5 millones de euros... por hora.
Las energías renovables son autóctonas. No hay que ir a buscar el viento al Golfo Pérsico, ni hace falta viajar al Extremo Oriente para encontrar el Sol naciente. El viento y el Sol los tenemos aquí, todos los días, en este medio millón de kilómetros cuadrados que es España. Y el viento y el Sol generan energía, electricidad. Hasta el 40% de la electricidad que España usó el año pasado nos lo trajeron el cierzo, la tramontana, los alisios, la galerna, el levante; nos lo trajo el Sol. Sí, hasta el 40%. O sea, que no estamos hablando de un cero coma; estamos hablando de un 40%. Lo que no tenemos es petróleo. Ni gas. El gas y el petróleo sí que los tenemos que traer del Golfo Pérsico, o de Argelia, o de Nigeria. Los tenemos que comprar. Con el gas generamos electricidad, cocinamos y calentamos muchas de nuestras casas. Y con el petróleo movemos nuestros coches.
Todo el petróleo (el 100%) y todo el gas (el 100%) que quemamos para producir electricidad, calor de hogar o movimiento (coches, camiones, aviones... transporte) se traduce en eso (electricidad, calor o transporte), pero también se traduce en emisiones de gases de efecto invernadero. Por eso son muchos los analistas que apuestan por la electrificación de la demanda. Porque cuantos más usos electrifiquemos (calefacción, coche eléctrico), menos dependencia energética padeceremos y menos CO2 producirá el país, un país en el que el 40% de la electricidad ya es verde, no produce gases de efecto invernadero, es decir, un país que ya ha demostrado que es posible sustituir combustibles fósiles por energías renovables.
Las energías renovables son autóctonas. No hay que perforar un pozo en el desierto para extraerlas. No hay que ir a desenterrarlas a ninguna parte. Y pueden evitar la evasión de capitales (cinco millones de euros... por hora... con rumbo a Nigeria, Rusia, Kazajistán, Arabia Saudí, Catar...).