El consumo energético de una desaladora de última generación, que hoy ronda los tres kilovatios hora de electricidad por cada metro cúbico de agua dulce producida (3 kWh/m3), ha ido reduciéndose desde valores superiores a los 20 kWh/m3 en los años 60 del siglo pasado hasta ese valor actual. Pues bien, el Cabildo de Gran Canaria está impulsando dos "soluciones piloto emergentes de desalación de agua" con las que quiere desalar agua de mar a menos de 1,5 kWh/m3.
Según La Desalación del Agua en España, obra de Domingo Zarzo Martínez, presidente de la Asociación Española de Desalación y Reutilización (edita Fundación Fedea, agosto de 2020), la tecnología de desalación más utilizada en la actualidad es la ósmosis inversa: "el consumo energético de estas instalaciones -explica Zarzo- se encuentra en la actualidad en el entorno de 3 kWh por cada metro cúbico de agua producida (en general inferior a 4 en las nuevas instalaciones incluyendo los sistemas auxiliares y otros bombeos) y ha ido reduciéndose desde valores superiores a 20 kWh/m3 en los años 60 del pasado siglo hasta los valores actuales (Zarzo y Prats, 2018), gracias a las mejoras en la química y configuración de las membranas y en los sistemas de recuperación de energía residual de la salmuera".