Cuando pensé en el tamaño de mi instalación, pensé que en un futuro, muy indeterminado, también querría poner una batería, así que me puse 2 kW de paneles sabiendo que para ese momento iba algo sobredimensionada, pero ya la tendría preparada. Y el tan ansiado momento llegó cuando se reformó el RD 477/2021 en 2022 para que las pequeñas instalaciones también pudieran recibir ayudas para almacenamiento, así que solicité la ayuda y por fin desde mediados de diciembre del año pasado ya la tengo en marcha y disfrutándola!
A modo de resumen, a nivel energía se aprecian 2 efectos: menos consumo de la red y un autoconsumo mucho más elevado. Veamos ahora cómo ha variado el aspecto económico.
Como llevo un control importante de mi factura, me permite hacer comparativas interesantes con eneros de otros años donde ya se aprecian cambios importantes.
La gráfica superior representa el consumo horario medio mensual en kWh, mientras que la inferior el gasto medio del término de energía, en €. La conclusión rápida es que el autoconsumo me rebaja la factura en la franja de precios pico/llano de la mañana y gracias a la batería se elimina la franja de pico/llano de la tarde/noche.
El fabricante da 10 años de garantía en los que garantiza haberle extraído 16,45 MWh. Como me ha costado 1.500€ (descontando ayudas), eso quiere decir que para que me salga rentable en 10 años tengo que sacar un diferencial de precios de 1.500€/16.450 kWh=9,1 c€/kWh, o sea, si cargo a los 10 c€/kWh del ejemplo anterior es para vender esa energía a más de 19,1 c€/kWh. Pero es que justo los precios de por la noche son los más caros y es muy fácil sacar ese diferencial de 9 céntimos. Ya que los precios en esa franja horaria no serán baratos a corto/medio plazo, mi estimación es que la tendré amortizada entre 4 y 6 años.