Las energéticas se han puesto manos a la obra para mejorar la eficiencia y producción de sus centrales hidroeléctricas. La repotenciación hidráulica está tomando impulso con el objetivo de las compañías de lograr un aumento de la capacidad instalada y convertir las centrales en una batería gigante -siempre que se pueda-. Actualmente, existen 47 proyectos en distintas fases de tramitación con los que se espera incrementar la potencia del sistema eléctrico en 30,6 gigavatios (GW), según datos del Ministerio para la Transición Ecológica recogidos por Seopan, la asociación que agrupa a las mayores constructoras de España.
Una de las principales ventajas de este tipo de centrales es que, una vez amortizados los costes de construcción, la electricidad producida a partir de energía hidráulica tiene un coste muy económico. Además, aunque depende de la lluvia, con una correcta gestión hidráulica se puede planificar la obtención de energía a largo plazo. La única tecnología que es renovable y aporta firmeza y flexibilidad al sistema es la hidroeléctrica y, de forma especial, el bombeo, que además no afecta a los cauces de los ríos ni tiene gran impacto ambiental, puesto que lo que hace es subir y bajar el agua de un embalse a otro. En este sentido, la tecnología hidroeléctrica de bombeo es actualmente el sistema más eficiente para almacenar energía a gran escala. En concreto, es más rentable y aporta estabilidad, seguridad y sostenibilidad al sistema eléctrico, al generar gran cantidad de energía con un tiempo de respuesta muy rápido y sin crear ningún tipo de emisión a la atmósfera.
El bombeo posibilita acumular los excedentes de energía procedentes de fuentes renovables no gestionables, solar y eólica, para tenerlos disponibles en los momentos en los que más se necesite. Así, se proporciona estabilidad al sistema eléctrico dado que permite generar cantidades significativas de energía limpia con un tiempo de respuesta muy rápido. En definitiva, repotenciar centrales hidroeléctricas busca ajustar la demanda de energía a los cambios de la producción solar y eólica.