Un estudio de la Comisión Mundial sobre el Clima y la Economía insta a
los gobiernos a respaldar las medidas para transformar las ciudades en
centros climáticamente inteligentes, ahorrar dinero, reducir las
emisiones y mejorar el nivel de vida.
Estas estrategias incluirían grandes inversiones en el transporte público y la planificación de la carga en muchas de las aglomeraciones urbanas más grandes del mundo para reducir las emisiones de los vehículos privados, y la adopción de estrictas normas de construcción ‘verde’ que requerirían un
mayor porcentaje de tejados equipados con paneles fotovoltaicos y
edificios dotados de sistemas de baterías de almacenamiento, y una respuesta a la demanda inteligente, con software de monitoreo para manejar mejor el consumo de energía