Juncker ha recordado que en 90 días el
mundo se va a reunir para afrontar el reto del cambio climático en los
próximos años. La Unión Europea ha apostado radicalmente por el cambio.
“La UE está en camino e hizo una promesa clara en marzo: un objetivo de
reducción de emisiones en toda la economía de los 28 de al menos el 40%
en 2030, en comparación con los niveles de 1990. Esta es la contribución
más ambiciosa presentada hasta la fecha. Otros nos están siguiendo, y
algunos sólo de mala gana”, ha dicho.
El presidente de la CE ha sido muy
claro en su mensaje. “Quiero ser muy claro a nuestros socios
internacionales: la Unión Europea no va a firmar cualquier acuerdo. Mi
prioridad, la prioridad de Europa, es la adopción de un ambicioso,
sólido y vinculante acuerdo climático global”.
Mi Comisión trabajará para garantizar que
Europa sea líder en la lucha contra el cambio climático. Vamos a
practicar lo que predicamos. No tenemos ninguna bala de plata para
combatir el cambio climático. Pero nuestras leyes, como el Esquema de
Comercio de Emisiones de la UE, y nuestras acciones nos han permitido
reducir las emisiones de carbono, mientras mantenemos la economía en crecimiento”.