Un decreto del gobierno Ruso obligará a todas las estaciones de servicio del país a poner a disposición de los ciudadanos un cargador eléctrico como alternativa a la gasolina tradicional. Este plan debería estar terminado en un año, antes de noviembre de 2016, y podemos considerarlo una forma «por las bravas» de acelerar la implantación de los vehículos eléctricos alternativos.