La Unión Europea ha
pactado defender en la cumbre climática de París la reducción de las
emisiones globales por debajo de un 50% en 2050, para evitar
que la temperatura global se eleve por encima de dos grados celsius en
2100 respecto a los niveles preindustriales.
Además, la UE abogará por que en París se firme un acuerdo que sea vinculante y global, es decir, que afecte a todos los países y no solo a los desarrollados.