Se va a dar lugar a una penetración de las instalaciones fotovoltaicas en España del orden del 10% al 15% o más para el 2030. No hay dudas de que las instalaciones de autoconsumo solar han bajado significativamente su precio en los últimos años y ya son inversiones de coste muy razonable, que nos permite ahorrar en el consumo de energía: en el término de energía y en el término fijo de potencia.
Además nos da una certidumbre del coste durante los próximos 25 o 30 años, con un descuento superior al 50% con respecto a las tarifas vigentes, reduciendo el riesgo de las empresa ante futuras subidas del coste de la electricidad, y con una rentabilidad muy significativa, reduciendo el impacto medioambiental de la actividad de dichas empresas. Fortalezas que pueden y deben ser utilizadas por el sector doméstico e industrial.