El almacenamiento de energía en baterías es una de las llaves de la transición hacia un sistema sostenible de energía. Pues bien, según un informe presentado hoy por la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), el coste de las baterías para aplicaciones estacionarias podría disminuir un 66% de aquí a 2030, disparando la instalación de estos dispositivos y abriendo una serie de nuevas oportunidades comerciales y económicas.
"El crecimiento del uso de baterías de iones de litio en vehículos eléctricos y en todo el sector del transporte a lo largo de los próximos 10 a 15 años es una sinergia importante que ayudará a reducir los costes de las baterías para aplicaciones de almacenamiento estacionario", destacó en la presentación Dolf Gielen, director de IRENA Innovation y uno de los autores del informe. "La tendencia hacia la movilidad eléctrica también abrirá oportunidades para que estos vehículos proporcionen servicios a la red, ayudando a crear un círculo virtuoso de energía renovable y almacenamiento".
"La tecnología de almacenamiento brindará flexibilidad a la red y al desarrollo de aplicaciones solares a pequeña escala en los mercados donde las tarifas de electricidad comercial y residencial son altas, y la retribución de la red está disminuyendo", agregó Gielen