El pasado año Tesla se embarcaba en una apuesta arriesgada, pero de lo más lucrativa tanto para la propia marca americana. La puesta en funcionamiento de la hasta ahora mayor batería de almacenamiento estacionario del mundo y que está localizada en Australia.
Además de una gran cantidad de rédito publicitario para Tesla, que se comprometió a ponerla en marcha en menos de 100 días, ahora sabemos que esta inversión ya está dando sus primeros resultados.
Como recordamos, la función de esta enorme instalación de 100MW de potencia y 129 MWh de capacidad, es la de almacenar la energía sobrante cuando hay exceso de producción en los parques eólicos cercanos. Una energía comprada a bajo coste, que luego es revendida de nuevo en las horas de mayor demanda, con a precio de mercado.
Con todo esto no es extrañar que la propia Tesla está recibiendo pedidos de todo el mundo para replicar este tipo de instalaciones. Australia quiere repetir experiencia con la puesta en marcha de una instalación de mayor capacidad y potencia. A esta se suma la confirmación de Nueva Zelanda de seguir los pasos de sus vecinos australianos, y que seguro no será ni mucho menos la última.