Bajo una nueva ley aprobada este 2017, a partir de 2018 todos los autobuses que presten el servicio de transporte para pasajeros dentro de Shenzhen deberán ser eléctricos, por los que queda prohibido usar autobuses de combustión interna, una ley que ahora buscan llevar a todos los coches. Este medida aplica tanto para los autobuses de servicio público como para aquellos privados.
Como el gobierno quiere poner el ejemplo, 16.359 autobuses eléctricos, adquiridos en 2016, serán los responsables de dar el servicio público en la ciudad a partir del 1 de enero de 2018. Es decir, toda la flota de autobuses públicos de la ciudad será eléctrica. Con esto, Shenzhen espera reducir sus emisiones contaminantes en hasta 1,35 millones de toneladas de CO2 al año.
Además de los beneficios ambientales, el mantenimiento y uso de estos nuevos autobuses representará un ahorre en los costes de casi el 75% en comparación de los diésel, con lo que están garantizando mantener el precio de los viajes sin aumentos por hasta tres años más. Este proyecto representó un gasto de 490 millones de dólares. Además, Shenzhen aprovechó para anunciar que iniciarán 2018 con más de la mitad de las fabricas operando con al menos el 80% de energía renovable.
Como el gobierno quiere poner el ejemplo, 16.359 autobuses eléctricos, adquiridos en 2016, serán los responsables de dar el servicio público en la ciudad a partir del 1 de enero de 2018. Es decir, toda la flota de autobuses públicos de la ciudad será eléctrica. Con esto, Shenzhen espera reducir sus emisiones contaminantes en hasta 1,35 millones de toneladas de CO2 al año.
Además de los beneficios ambientales, el mantenimiento y uso de estos nuevos autobuses representará un ahorre en los costes de casi el 75% en comparación de los diésel, con lo que están garantizando mantener el precio de los viajes sin aumentos por hasta tres años más. Este proyecto representó un gasto de 490 millones de dólares. Además, Shenzhen aprovechó para anunciar que iniciarán 2018 con más de la mitad de las fabricas operando con al menos el 80% de energía renovable.