Con la subida en el precio de los combustibles que han experimentado los conductores alemanes desde verano del año pasado, cada día merece más la pena la compra de un coche eléctrico en el país germano. El notable aumento de los precios ha tenido como consecuencia que algunos coches eléctricos ahora tengan unos costes totales inferiores que sus equivalentes de gasolina, según ha determinado el prestigioso ADAC.
El ejemplo más claro es el del superventas alemán por excelencia, el Volkswagen Golf. Gracias a un precio de la electricidad constante de 30 céntimos el kWh, tanto los usuarios que realicen pocos kilómetros anuales como los que realicen muchos disfrutarán de un precio inferior para el e-Golf respecto al de un Golf de gasolina o diésel con equipamiento comparable.
Cualquiera que realice 10.000 kilómetros al año pagará 63,2 céntimos por kilómetro en el e-Golf. En el gasolina se deben pagar 63,5 céntimos, en diésel se irá a 68,9 céntimos. Los conductores que hagan 30.000 kilómetros anuales tendrán que pagar en el e-Golf 30,5 céntimos por kilómetro. Para el motor de gasolina, el ADAC ha calculado 31,8 céntimos, para el diésel 32,2 céntimos. Recordemos que estas estimaciones incluyen tanto el precio del vehículo como sus costes de uso.
Sin embargo, los conductores ahorrarán todavía más con el Volkswagen Golf de gas natural: el coste del kilómetro a los 10.000 kilómetros anuales será de 61,1 céntimos por kilómetro, mientras que los 30.000 kilómetros se irán a 29,2 céntimos.
El precio del e-Golf en Alemania parte de los 21.900 euros tras ayudas y descuentos.