A finales de 2018, la energía solar fotovoltacia instalada en el mundo alcanzaba por primera vez los 500 GW y se convertía en la primera fuente de energía eléctrica en capacidad desplegada a nivel global. El dato lo aporta el Programa de Sistemas de Energía Fotovoltaica de la Agencia Internacional de la Energía (AIE PVPS) en su nuevo Snapshot of Global Photovoltaic Markets 2018 (Instantánea del Mercado Fotovoltaico Global 2018), que el organismo internacional acaba de publicar.
La contribución de la energía fotovoltaica supone ya cerca del 2,6% de la demanda de electricidad en el mundo. Es solo el principio. La AIE afirma que en los próximos años la solar fotovoltaica tiene el potencial de convertirse en una fuente importante de electricidad a un ritmo extremadamente rápido en varios países de todo el mundo.
La velocidad de su desarrollo, explica la Agencia, se debe a su capacidad única para cubrir la mayoría de los segmentos del mercado, desde los sistemas individuales muy pequeños para la electrificación rural hasta las centrales eléctricas de tamaño utilitario (hoy en día de más de 1 GWp). "Desde el espacio edificado hasta las grandes instalaciones en tierra, la energía fotovoltaica encuentra su camino, dependiendo de varios criterios que la hacen adecuada para la mayoría de los entornos", destacan los autores del estudio.
En 2018, la energía fotovoltaica fue la primera fuente de energía eléctrica en capacidad desplegada a nivel mundial. Esta senda de rápido crecimiento, "podría verse respaldada en los próximos años por dos factores clave: la disminución de los precios de las baterías y la rápida adopción de los vehículos eléctricos", concluyen.