El ecologismo se ha hecho un hueco en la política. Desde la recién elegida presidenta de Eslovaquia, Zuzana Caputova, activista por el medio ambiente y por los derechos humanos, a la congresista norteamericana Alexandria Ocasio-Cortez, que ha revolucionado el partido demócrata centrando su discurso en el Green New Deal (traducido como "Pacto Ecosocial"). La política internacional se reverdece a medida que la ciudadanía mundial, y en especial la juventud, reclama más acción política para atajar la crisis ecológica.
En España, las demandas de la sociedad para revertir la degradación ambiental ya se están introduciendo en los discursos de agrupaciones tanto de izquierdas como de derechas. Al margen de los partidos ecologistas, formaciones como Podemos, Ciudadanos, el PSOE o el Partido Popular —que en 2007 negaba la existencia del cambio climático— conceden ahora más importancia a abordar desafíos como el calentamiento global.
Uno de los movimientos que están empujando a los partidos a mostrar preocupación ambiental ha sido Fridays for Future, con el cual jóvenes y estudiantes de todo el mundo se han manifestado durante los últimos meses en más de 2.000 localidades de 125 países en reivindicación de acción climática. En el CIS de diciembre, el 88% de los españoles aseguraba que los partidos le dedican poca o ninguna atención al cambio climático al tiempo que indicaban que deberían tener importancia en sus programas. Hay una demanda social, aunque estas nuevas inquietudes no están siempre en el debate público mayoritario (por ejemplo, en los dos debates electorales celebrados esta semana la crisis ecológica estuvo prácticamente ausente tanto en las preguntas como en las respuestas). Sin embargo, se han incorporado más formaciones políticas a las propuestas concretas.