La demanda de implementación de soluciones fotovoltaicas en gasolineras con la incorporación de cargadores de vehículos eléctricos es ya una realidad. La obligatoriedad de instalación de cargadores que recoge la Ley 7/2021 lleva aparejada la necesidad de aumentar la potencia para garantizar el adecuado servicio a los clientes. Lo que puede convertirse en un problema costoso. Una buena alternativa es el autoconsumo fotovoltaico con acumulación.
La alternativa consiste en proporcionar la potencia necesaria para asegurar el servicio de los cargadores de vehículo eléctrico utilizando reservas disponibles de potencia mediante sistemas de acumulación, que resultan particularmente compatibles con los sistemas de autoconsumo de generación fotovoltaica.
En virtud de la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética, todas las estaciones de servicio están obligadas a instalar cargadores de vehículo eléctrico, de potencias desde 50 kW hasta mayores de 150 kW. Para utilizarlos sin necesidad de contratar potencia eléctrica adicional, que puede resultar costosa y, en algunos casos, imposible, se puede aportar puntualmente la potencia que necesiten los cargadores desde una batería. Con el autoconsumo de acumulación, la batería se carga en las horas de producción fotovoltaica, reduciendo el vertido a red y cediendo la energía (y potencia) cuando es requerida por la carga de un vehículo eléctrico o también para reducir la compra a red.
Las ventajas que va a aportar la acumulación distribuida son considerables. Las líneas de transporte y distribución estarán menos sobrecargadas y, a la vez, mejor aprovechadas, mientras que las pérdidas de transporte y sus costes asociados se verán reducidos. Añadiendo acumulación al sistema fotovoltaico se maximiza el autoabastecimiento, se reduce o evita el vertido a la red y no sería necesario aumentar la potencia contratada por la electrolinera.