La primera fase, llamada Noor 1, estará ya disponible para el próximo mes.
La tecnología de espejos que utiliza es más cara, pero no necesita
tanto espacio como los paneles fotovoltaicos estándar que ahora se
encuentran en los tejados en muchas partes en el planeta, aparte de que
tiene la gran ventaja de ser capaz de seguir produciendo energía incluso
después de que el sol se haya escondido.
El día que estén terminadas estas cuatro plantas en Ouarzazate,
ocuparán un área tan grande como la capital de Marruecos, Rabat, y
generará 580mW de electricidad, lo suficiente para suministrar energía
para 1 millón de viviendas.
Una gran iniciativa por parte de Marruecos que nos deja un poco literalmente muy atrás en esta carrera por la energía solar, ya que nuestro país es posiblemente una de las mejores zonas del mundo por localización y horas de sol.