Estamos en Hare, una zona agrícola de Etiopía. En este distrito o poblado viven unas 12.500 personas para las que el agua es un recurso escaso que a menudo hay que ir a buscar recorriendo kilómetros a pie. La mayoría de los que la acarrean son niños que pasan los días en ello y, por tanto, no van a la escuela.
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Ante esta situación, la ONG Rescate decidió tomar cartas en el asunto. Entró en contacto con GFM Fotovoltaica una pyme española especializada en generación de energía fotovoltaica y en baterías de almacenamiento de energía. Tenía que haber una forma de devolver a esos niños a sus aulas.
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La forma era buscar un modo sencillo y asequible de extraer el agua de pozos profundos y llevarla hasta el pueblo sin que los niños tuviesen que traerla.
Se han construido unos contenedores solares para ofrecer una solución alternativa: la generación de energía renovable y descentralizada en estrecha ubicación para el consumo, sin necesidad de suministro de combustible y redes de distribución de energía de larga distancia.
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Se trata, de mejorar la calidad de vida de los habitantes de Hara, dándoles acceso a un bien básico como el agua y la oportunidad de avanzar en su educación. Pero el mismo sistema podría tener otras aplicaciones. "Conectado a un colegio, por ejemplo, o a un hospital, es una forma sencilla de aportar energía en lugares donde el suministro es irregular o inexistente" comenta Moisés Labarquilla, director de Operaciones e Innovación de GFM. (Ver más >)