Podemos decir que en China ya han conectado la planta flotante más grande a la red de energía local de la ciudad de Huainan - provincia de Anhui -. Una zona conocida por su industria minera y combustibles fósiles, que ahora da un giro de 180 grados para apuntar hacia el sol. De hecho, la planta se sitúa sobre una mina de carbón inundada.
Además del aprovechamiento del agua como superficie, existe una refrigeración de los paneles, consiguiendo que sean un 11% más eficientes que un panel equivalente en tierra.
Se espera que en 2020 la industria china reduzca precios en un tercio, por lo que veremos florecer muchas plantas solares en la próxima década, flotantes y terrestres.