Tiene el poco atractivo nombre de SM100, pero resulta mucho más interesante si añadimos la descripción que le da Inventid, la empresa que la ha diseñado: la lámpara solar más asequible del mundo.
Es resultado de una colaboración entre el fabricante chino Yingli y la organización sin ánimo de lucro SolarAid, que promueve el acceso generalizado a la energía solar.