La sangre vuelve a correr por las venas del sector, impulsada por las subastas, por el aumento del objetivo a 2030 aprobado por el Parlamento Europeo –pasa del 27 al 35%–, y por la certeza de que el impuesto al Sol ha entrado en su ocaso. De todo lo acontecido este año damos cuenta en nuestro Anuario 2017. Sin olvidar que, en este clima de optimismo, las renovables tienen que dar un paso más –solo ellas pueden darlo– para que la energía abandone los despachos y se convierta en la energía de la gente.