Una instalación piloto construida en California ha demostrado que los invernaderos capaces de ser "selectivos con la longitud de onda" pueden diseñarse incorporando paneles solares que permitan dejar pasar suficiente luz solar a los cultivos con y al mismo tiempo generar electricidad para alimentar a la instalación.
Como principales conclusiones del estudio se demuestra que el 20% de los cultivos crecieron mejor y necesitaron un 5% menos de agua. Unos resultados realmente prometedores.