Puede que la era de las aplicaciones de almacenamiento de energía con baterías no haya hecho más que empezar, pero las adiciones anuales de capacidad se multiplicarán en los próximos años a medida que el almacenamiento se convierta en un elemento crucial del panorama energético mundial. Los modelos de Rystad Energy prevén que las instalaciones anuales de almacenamiento en baterías superarán los 400 gigavatios-hora (GWh) en 2030, lo que representa multiplicar por diez las adiciones anuales actuales.
Los sistemas de almacenamiento de energía en baterías (BESS) son una configuración de baterías interconectadas diseñadas para almacenar un excedente de energía eléctrica y liberarlo para la próxima demanda. Por consiguiente, los BESS ofrecen soluciones prácticas para abordar los retos de la intermitencia de la energía. A medida que el mundo se orienta hacia fuentes de generación de energía más ecológicas, como la solar fotovoltaica y la eólica, el desarrollo del almacenamiento de energía en baterías será fundamental para satisfacer la futura demanda energética.