28 mar 2018

“Poner placas solares ni es tan caro, ni implica papeleo, ni hay que pagar impuestos como la gente piensa”

Apenas le escuchamos llegar con el coche. Ya nos avisó de que le íbamos a reconocer de inmediato. Jesús apareció en la parada del metro de Albolote para recogernos en su BMW i3, su coche cien por cien eléctrico.

“Tiene una autonomía de 300 kilómetros, pero tiene un motorcillo de emergencia por si no encuentras un punto de carga, aunque ya te digo que hay por todos lados”, nos explica mientras conduce camino a su casa, ubicada en el término municipal de Albolote. Su hogar no es como los que solemos ver, y no solo por la estructura, hecha a su gusto, sino porque su tejado guarda una fórmula que le está haciendo ahorrar más de 300 euros al mes.

Entramos al garaje, y Jesús deja enchufado el coche a la red eléctrica. En una habitación contigua en la planta baja se encuentra el engranaje de su casa: varias ‘pilas’ gigantes ocupan buena parte de esta habitación. Son las baterías de acumulación eléctrica, de las que emana toda la electricidad que nutre a esta casa de tres plantas, dotada con electrodomésticos de grandes dimensiones, calefacción, jacuzzi y una piscina que, por cierto, pese a ser marzo, tiene el agua impoluta. “La mantengo durante todo el año. Como no me cuesta un euro tener la depuradora todo el día encendida…”, nos cuenta mientras subimos a la azotea de su casa. Allí, desde hace dos años, tiene a unas inquilinas especiales: unas placas solares.

“Con esta casa tan grande, antes pagábamos de luz más de 200 euros al mes. También tenía una furgoneta que chupaba otros 200 euros de gasolina porque viajo bastante. Total que, al mes, entre coche y luz, se me iban 500 euros. Ahora solo pago 80 euros al mes y, dentro de 14 años que finalizaremos de pagar el préstamo que pedí al banco para la instalación de las placas, no pagaré un duro por la luz en mi casa”


La Comisión de Expertos aboga por traspasar 11.000 millones de los peajes eléctricos a los Presupuestos

La Comisión de Expertos para la Transición Energética aboga por suprimir 11.000 millones de euros de la tarifa de la luz, lo que son los denominados peajes, que no tienen que ver con lo que es el suministro eléctrico (generación, distribución y transporte de la electricidad) y traspasarlos a los Presupuestos Generales del Estado.

Según adelanta el diario El País, estos 11.000 millones proceden de las primas a las renovables (más de 7.000 millones de euros), el pago de la deuda eléctrica, el llamado déficit eléctrico y los costes extrapeninsulares, entre otros.

Los expertos, para no romper el equilibrio presupuestario, pretenden ingresar esos 11.000 millones a través de nuevos impuestos al carbono. Concretamente, la Comisión plantea subir un 28% el impuesto de gasóleo y un 10% el de la gasolina, así como el IVA ente un 1% y un 1,3% de ambos carburantes. De esta manera, compensaría los 11.000 millones de los peajes en los PGE.

A pesar de esa supresión de los peajes del sistema eléctrico, la tarifa no verá una caída tan abrumadora. ¿Por qué? Porque los nuevos impuestos al carbono incidirán en el precio del gas, y por tanto en el precio de la electricidad ya que parte de la misma se genera con ciclos combinados.

Aun así, los expertos vaticinan que el precio de la electricidad caería un 6,8%, algo que beneficiaría a todos los consumidores domésticos y mejoraría sustancialmente la competitividad de la economía española, además de dar una señal inequívoca de descarbonización.

¿Y qué pasa con el carbón y la nuclear? Los expertos creen que a día de hoy para 2030 seguirán siendo necesarias tanto el carbón como la energía nuclear y los ciclos combinados. Si se eliminase el carbón y la nuclear, el precio de la luz se dispararía un 25% aproximadamente por cada una de las tecnologías.

27 mar 2018

Una Volkswagen Transporter eléctrica, con la batería de un Tesla Model S, y una instalación fotovoltaica en el techo

Remi Pillot es un joven ingeniero francés que se ha lanzado a la conversión de una vieja Volkswagen Transporter. El objetivo es crear un vehículo capaz de moverse con electricidad, y que ponga sobre la mesa el potencial tanto de la movilidad eléctrica en si, como de la transformación y recuperación de modelos con motor de combustión.

Para la ocasión ha utilizado una Transporter del año 1990, a la que ha retirado su vetusto motor diésel y lo ha sustituido por un eléctrico de 100 caballos fabricado por Siemens.

La batería por su parte es un pack recuperado de un Tesla Model S accidentado, y que ha sido importado desde el taller de EV West, en Estados Unidos. Una batería que será instalada por módulos, con una primera parte de 42.5 kWh, a la que se sumará más tarde otra de similar capacidad y que tendrá que esperar a que entre más dinero en la caja para su compra y que le proporcionarán una autonomía de unos 400 kilómetros con cada carga.


Remi planea instalar una serie de paneles solares ultra finos de 320 Wp, que podrán desplegarse en módulos de 8, 16 y hasta 32 placas. Esto le proporcionará una potencia máxima de 10 kW, con dos inversores de 5 kW cada uno. Según el propietario, gracias a esta instalación, y con buenas condiciones de sol, podrán recargar la batería del coche en unas 8 horas.Y es que para demostrar el potencial de este tipo de conversiones, Remi planea cruzar 30 países en una aventura de 50.000 kilómetros desde que le llevará a cruzar Europa, Asia y Sudamérica.

Un proyecto que tiene un presupuesto de 100.000 euros, y que tiene como objetivo desarrollar la tecnología de las conversiones en un país como Francia que al igual que sucede en España, pone muchos problemas para este tipo de iniciativas. Es por eso que Remi busca la creación de kits homologados para instalar en diferentes vehículos, y de esa forma poder realizar proyectos a medida para clientes que no encuentran en el mercado nada que se adapte a sus necesidades.

La fotovoltaica ya es la energía más barata de producir en Alemania

Investigadores del Instituto Fraunhofer para Sistemas de Energía Solar ISE de Alemania han presentado la cuarta edición de su estudio sobre los costos de las tecnologías de energía renovable, según el cual, “los costes de producción de electricidad a partir de energías renovables disminuyen constantemente y ya no son un obstáculo para la generación de energía libre de CO₂”, dijo Christoph Kost,director del estudio.

En promedio, la fotovoltaica es la tecnología más rentable de todas en Alemania, según el estudio. Dependiendo del tipo de planta y la radiación global, los sistemas fotovoltaicos en Alemania actualmente pueden proporcionar costes de generación entre 0,0371 € y 0.1154 € por kWh. Dependiendo del tipo de planta, los costes específicos del sistema estarían entre € 600 € y 1.400 € por kW instalado.

A modo de comparación: las turbinas eólicas terrestres son la segunda tecnología de generación más barata con costes de producción de energía que van desde 0,0399 € a 0,0823 € por kWh, mientras que las turbinas eólicas marinas ofrecen un rango de 0,0749 € a 0,1379 € por kWh.


Así es el plan de Ada Colau para convertir Barcelona en un referente europeo de movilidad sostenible

El Ayuntamiento de Barcelona se une a las grandes capitales europeas que quieren transformar las ciudades en un lugar mucho más sano y amable para sus habitantes. Y la fecha que ha fijado para conseguirlo es el año 2024. Hace unos días presentó su estrategia de movilidad eléctrica en la que se propone incrementar de manera progresiva el parque de vehículos eléctricos privados de los 1.057 matriculados actualmente a 24.000, lo que supone pasar de un 0,1% a un 4%, seguir un proceso similar en el caso de las motos, aumentar la flota municipal de eléctricos (1.500 vehículos de limpieza y recogida de residuos, ciclo del agua, alumbrado y la empresa asociada BSM) hasta un 80% y disponer de 100 autobuses eléctricos (por el momento cuenta solo con cuatro). También en 2024 dejarán de homologarse taxis que no sean eléctricos.

En su “Estrategia para la Movilidad Eléctrica 2018-2024”, incluye una batería de medidas para conseguirlo. Hay puntos que ya se están incorporando en otras ciudades europeas para fomentar e incentivar la movilidad sostenible.

Todas estas medidas son consecuencia del Plan de Movilidad Urbana que Barcelona aprobó años atrás y que busca un modelo de movilidad sostenible y respetuoso con el medio ambiente, con beneficios como la disminución de la contaminación atmosférica y acústica, la reducción de la dependencia de los combustibles derivados del petróleo y el impulso de las energías renovables.

26 mar 2018

Francia sigue apostando fuerte por el coche eléctrico instalando 12.000 puntos de recarga en 2017

Según los responsables del informe, la cuestión es que los consumidores y los estados están dándose cuenta que el coche eléctrico en una poderosa herramienta para la reducción de emisiones en el sector del transporte, y están empezando a destinar cada vez más fondos para su promoción.

Al mismo tiempo indican que hay países que han quedado muy atrás, no se menciona pero está claro que estaban pensando en España, pero también avisan a los que lideran la lista que no pueden caer en la desidia y aflojar el paso de cara a lograr cumplir con el objetivo que tanto Francia como Reino Unido se han marcado de terminar con las ventas de coches con motor de combustión en 2040.

¿Por qué nos cuesta tan cara la luz? Parte I

Después de más de un año de trabajo el libro está por fin terminado. O casi. Digo lo de casi porque la segunda parte, que trata sobre las maniobras dentro del sector eléctrico durante la actual democracia, necesita una revisión más a fondo. Les cuento:

Cuando empecé el libro pensaba circunscribirlo precisamente a ese periodo, a los años que van de 1976 a la actualidad; pero a medida que iba documentándome me daba cuenta de que para entender lo ocurrido durante esas cuatro décadas había que hacer, al menos, una breve introducción en la que se contase cómo y de dónde habían surgido los agentes que integraban el sector. 

Así que me puse a ello con la intención de despacharlo de dos patadas, pero la cosa se fue enredando, complicando y poniendo interesante, hasta que lo que iba para introducción acabó convirtiéndose en la primera parte de una obra en dos partes, cuyo tamaño y enjundia eran, cuando menos, similares. Y esa primera parte, en la que se narra la historia del sector eléctrico desde sus orígenes hasta la democracia, es justo la hoy por fin ve la luz.